viernes, octubre 20, 2006

Domingo deTeatro
Pequeren teatro presenta a Pepe Sancho y Miguel Hermoso Arnau en:
El Gran Regreso
Un padre y su hijo, vuelven a verse tras un largo período de relación distante. El primero fuerza un encuentro en unos momentos cruciales de la vida de ambos. El hijo, Oskar (Miguel Hermoso Arnao) acaba de separarse de su mujer y de perder su empleo. El padre, Boris Spielman (José Sancho) es un actor vencido por los sueños postergados con una realidad que no es como la imaginó. Boris ha sido requerido para actuar en lo que él cree será el papel de su vida: El Rey Lear. Toma entonces una decisión unilateral: Pasar una temporada en la casa del hijo a donde llega con la contundente compañía de una maleta, refirmando su disposición a quedarse.
Director: Juan José Afonso
Intérpretes: Perequen Teatro: José Sancho, Miguel Hermoso Arnao
Autor: Serge Kribus
Teatro Villafranquino. 22 de octubre, 20:00h

TEATRO

Intrussión Teatro presenta:
Meninas
Diego de Velázquez vuelve a la corte después de haber permanecido dos años en Italia. A su regreso a palacio, el sevillano pintará unas Meninas que dibujan la real burbuja en la que viven los personajes mientras el pueblo muere de hambre y el imperio de desvanece de manera irremediable.Con rigor histórico y pictórico y con sentido del humor, Intrussión nos enseña, en una ilustrativa visita, el famoso cuadro y su entorno
teatro villafranquino, 15 de octubre, 20:00h

viernes, octubre 06, 2006

LA TUMBA DE KEATS

Campus universitario del Bierzo. Del 6 al 27 de octubre de 2006.
Exposición fotográfica del trabajo de Robés:
LA TUMBA DE KEATS
“La Tumba de Keats” recoge la exposición fotográfica y la edición en gran formato que Robés, fotógrafo y creativo, ha creado a partir de la obra escrita por Mestre, poeta y artista visual, durante la estancia de ambos en la Academia de España en Roma.
En este trabajo, poesía y fotografía se complementan y estructuran de manera independiente aunque persiguen y trabajan sobre el mismo fin. Los dos autores, Robes y Juan Carlos Mestre, trabajaron entorno a la figura de Keats, Roma y el Cementerio Acatólico en donde se encuentra su tumba.
Juan Carlos Mestre escribió durante su estancia como becario de la Academia de España en Roma “La Tumba de Keats”, libro de poesía con el que fue galardonado con el Premio Jaén de Poesía 1.999 y editado por Hiperión. Robés realizó con posterioridad, también como residente de la Academia de España en Roma, un reportaje fotográfico en estricto blanco y negro. El lector encontrará un libro en el que la poesía de Mestre y la fotografía de Robés se enlazan y sirven de guía para introducirse en el mundo de Keats, de la intemporalidad de Roma y de la magia de este cementerio enclavado en torno a la Pirámide de Caio Cestio.
El trabajo fotográfico de Robes muestra la vida de este privilegiado lugar donde se puede encontrar la memoria una gran diversidad de artistas, intelectuales y gentes de muy distintas nacionalidades y épocas que eligieron este entorno para descansar. Esto hace que este lugar sea mágico. Robés nos enseña su energía, el cementerio cobra vida entre luces y sombras, entre músicos, escritores y pintores que hoy acompañan a cada visitante deseoso de darles un último adiós.

TEATRO

Teatro para los pequeños. Sábado 7 de octubre, a las 19:00h. Teatro Villafranquino.
EL ELEFANTITO
Público: Infantil
Técnica: Diverso
Dirección: Pablo Vergne
Esta es la historia de un elefantito. Un elefantito curioso y preguntón, que metía sus narices (y su trompita) en todas partes.El elefantito vivía en la sabana africana con su mamá y otros animales, los atormentaba con sus preguntas. Un día sintió curiosidad por saber qué come el cocodrilo. Su temeridad le llevará a emprender un viaje a través de la selva para tratar el averiguarlo.Una historia alegre y llena de colorido, dedicada a los niños pequeños, que están descubriendo el mundo, y a sus pacientes padres, acostumbrados a responder a todos sus: “Cómo”, “Cuándo”, “Dónde” y “Por qué”.
LA CANICA TEATRO DE TITERES [Historia de la Compañía]

miércoles, octubre 04, 2006

"METEOROS"

Antonio Pereira: «Sin la literaturame sentiría más viejo y menos feliz» «Buen poeta y aún mejor persona
Crémer y Gamoneda apoyaron un acto que, por la multitud de público, se convirtió en un homenaje
Mestre y Amancio Prada arroparon al escritor villafranquino para presentar su poemario «Meteoros>>
Verónica Viñas /león/DL
La noche invitaba a hacer confesiones. Arropado por el poeta Juan Carlos Mestre y el cantautor Amancio Prada, el veterano poeta villafranquino Antonio Pereira presentó anoche en El Corte Inglés su libro de poemas Meteoros. 1962-2006. Un poemario que, como dijo Mestre, permite recuperar a un escritor cuyos libros, hasta esta edición de Calambur, eran inencontrables. Mestre sacó su mejor vena poética para contar cómo aquel hijo del panadero de Villafranca descubrió a los 14 años, a través del libro El regreso, al gran poeta y mejor persona que es Pereira. Aquel adolescente averuguó con sorpresa que «aquel libro lo había escrito un poeta que era hijo de un venerable ferreterom que era amigo de mi padre y de mi abuelo». El joven Mestre confesó haber leído los 24 poemas del libro «como quien lee las rayas de la mano». «Nunca había visto a mi pueblo escrito en un libro. Un pueblo que sale en un libro es más grande que un país, sus vecinos ya nunca morirán ni sus casas perecerán bajo la lluvia... En ese libro estaban los míos, los nuestros, el pudor de los meteoros, las mujeres en las que se cumplen la verdad de todos los caminos...». Mestre afirmó, ante un público que contenía el aliento, que «Pereira ha sido y es un hermoso milagro». No se dejó en el tintero alusiones a grandes voces de la poesía contemporánea en lengua castellana, como los leoneses Victoriano Crémer o Antonio Gamoneda, quienes escucharon el fluir de las confesiones de Mestre desde las primeras filas de la abarrotada sala de El Corte Inglés, que tituló el acto como Tres bercianos en el aula . «La poesía de Pereira fue luz en épocas de oscuridad y ahora es luz en estos tiempos de pobreza espiritual», dijo Mestre. Recordó que la poesía del autor de Cuentos de la Cábila o País de los Losada habla en sus libros de una liturgia clandestina de la belleza. Según Mestre, «Pereira concibe la poesía como una conducta». Evocando a Erza Pound afirmó que «no se puede escribir un buen poema si no eres mejor que ese poema». En ese momento, el humilde Pereira replicó que, si pudiera, suspendería el acto, por la «generosa» presentación de Mestre. Una vez más le salió su conocida chispa: «Con lo que ha dicho el hijo del panadero, el hijo del ferretero se da por satisfecho». En clave poética recurrió a aquel verso en el que decía: «Mi corazón vive por encima de sus posibilidades..».
Un ramo de canciones
Amancio Prada ofreció al público lo que definió como un «ramo de canciones», todas ellas compuestas sobre poemas de Pereira. Y, cosas del «directo», tuvo un momentáneo lapsus en el último, que los espectadores interpretaron como un guiño. El autor de El Síndrome de Estocolmo cerró el acto citando a Walt Withman: «El que toca un libro, toca a un hombre». Reconoció que pese a ser una frase muy «sobada», en su caso, era cierta. «En este libro está lo que ha sido mi vida y lo que puedo esperar de ella». Hasta tal punto, aseguró, que «sin la literatura me sentiría todavía más viejo y menos feliz». Pereira leyó, para cerrar el acto, un poema que en su día dedicó a su gran amigo Crémer: «...No quiero en soledad la poesía». Ciertamente, anoche Pereira no estuvo solo. Aunque, como explicó Mestre: «Pereira cruzó solo, como todo gran poeta, la frontera de su herejía». El público que abarrotaba la sala acabó convirtiendo la presentación del libro en un cálido homenaje a Pereira. El siempre entrañable Antonio Pereira conquistó anoche a un público que demostró conocer muy bien tanto al gran poeta como a la gran persona. Decenas de espectadores hicieron cola para «arrebar» al escritor villafranquino una de sus ingeniosas dedicatorias. Porque, como dijo Juan Carlos Mestre, hasta ahora la obra poética de Pereira era «inencontrable». En Meteoros el veterano escritor ha reunido al fin cuatro décadas de poesía. Cuatro décadas en las que está -como confesó- toda su vida y lo que puede esperar de ella. Pereira nunca defrauda, ni como escritor ni como amigo...

martes, octubre 03, 2006

POESÍA

El villafranquino Antonio Pereira presenta su antología poética 'Meteoros. 1962-2006'
Tres bercianos toman esta tarde (a las 20 horas) el Aula Cultural de El Corte Inglés de León (en la sexta planta). Son ellos dos poetas de Villafranca y un cantante de Dehesas: Antonio Pereira, Juan Carlos Mestre y Amancio Prada. El motivo del 'desembarco' bien merece la pena, presentar la antología de poesía del primero de ellos, que ha visto la luz hace unas cuantas semanas en 'Calambur' con el título de 'Meteoros. 1962-2006'. Más de 40 años de poesía del villafranquino, concretamente 44, desde aquellos primeros versos de su libro 'El regreso' hasta nuestros días. «Me gusta reivindicar mi condición de poeta, tal vez oscurecida en los últimos años por algunos reconocimientos y palabras amables en el campo del cuento. Y me gusta reivindicarla porque la poesía está en la base de casi todo lo que he escrito después. Si no hubiera sido poeta antes tal vez no hubiera sido lo demás que vino después o lo hubiera sido de otra manera pues la poesía fue la que me alimentó y está muy presente en mi narrativa
Explica el villafranquino que esta vinculación a la poesía no quiere decir que lo que hace en narrativa sea lo que se ha dado en llamar «prosa poética, que nunca me gustó. Lo que sí me ha hecho la poesía es disciplinarme, me ha preparado para le economía verbal, para el valor y el poder de sugerencia de la palabra, para el no decir todo sino que colocar un poco de velo por encima de lo que sí se dice».
La poesía está en el origen y está en sus primeros pasos en el mundo de la literatura. «Empecé escribiendo versos, claro, aquellos primeros versos amorosos al gran mito de jovenzano enamoradizo en Villafranca, a las forasteras, sobre todo a las veraneantas».
La antología que hoy presenta recoge versos aparecidos en 'El regreso', su primer libro, y también en uno que Pereira tenía mucho interés en recuperar, 'Del monte y los caminos'. «Era una especie de deuda que tenía con todas aquellas gentes humildes del circundo de Villafranca, aquella gente sufrida de muy malos caminos que bajaban a comprar las hoces y las navajas de las vendimias en la ferretería de mi padre».
Cuando el autor de 'Picassos en el desván' habla de la ferretería de su padre siempre añade: «Yo allí aprendí mucho». Siempre reconoce su deuda con aquellos paisanos que pasaban a comprar y contar. «Escuchar allí lo que se decía fue para mí una magnífica escuela. Allí se oían vidas, se contaban historias, quedaban flecos de alguien que contaba algo y yo, que era muy imaginativo, muy soñado, lo completaba. Aquellos fueron mis primeros cuentos». Una vinculación que explica en uno de los primeros versos de su libro: «Soy de una tierra fría, pero hermosa. / Aquí la nieve, la esperanza helada / de que se alumbre cada madrugada / el destino difícil de la rosa».
El libro que hoy presenta tiene dos partes bien diferenciadas pero complementarias. De un lado está su antología poética y de otro desvela las claves de la misma y de toda su literatura bajo el título de 'El poeta hace memoria'. Recuerda en sus comienzos una larga conversación invernal con Leopoldo Panero. «Retuve su idea de que si Dios está de dar, el poema nace en cualquier sitio y en cualquier lugar». Después entró en contacto con Espadaña, «grupo al que llegué tarde. Sólo tres poemas amorosos señalan mi paso junto a aquella breve y esforzada hueste». Después de estos dos 'primeros pasos' explica su vocación de pescar por libre. «Mis coetáneos entraron en una generación, que es la manera de salir siempre en la foto. Pero yo me había descuidado de tal protocolo y es difícil encontrar mis gafas de concha y mis chaquetas cruzadas en fotografías de grupo. Me avine, según sin ningún retorcimiento, a hacer el camino a mi aire, procurando, esto sí, que mi obra no fuera sino a buenas manos editoras. 'El regreso', la primera de ellas, ya salió en Adonais en 1964».
elmundo-lacronica.com