PEDRO HALFFTER / Director de la Filarmónica de Gran Canaria y de la Sinfónica de Sevilla
«La música debería ser más accesible al gran público sin cambiar su esencia»
«La música debería ser más accesible al gran público sin cambiar su esencia»
LILIANA DEL VALLE /villafranca
PREGUNTA.— ¿En qué momento sintió que la música sería su vida?
RESPUESTA.— Yo creo que no hay un momento definido, lo que hay es una percepción continuada por el conocimiento de la música que me da el haber nacido en esta familia. No me acuerdo cuándo fue el primer momento que escuché música como tampoco uno puede recordar la primera vez que bebió agua, son cosas naturales.
P.— ¿Qué cualidades cree que necesita un músico para ser director?
R.— Hace falta ser músico, tocar un instrumento o varios que es mejor, tocar uno de cuerda por lo menos, tocar el piano. Tener una necesidad de dirigir una orquesta es algo que uno siente dentro de si mismo porque hay instrumentistas que son magníficos pero no sienten esa necesidad, también tienes que tener ciertas dotes de psicología de grupo porque al fin y al cabo una orquesta no es una máquina, son personas y hay que intentar sacar lo más positivo de cada uno.
P.— ¿Ha sido duro llegar hasta donde ha llegado?
R.— Fácil no ha sido, ha sido un trabajo sobre todo constante, la clave quizá es la constancia, si uno se mata a correr un día durante diez horas lo que puede conseguir es tener agujetas mientras que para estar en forma hay que hacer deporte a diario. Lo mismo ocurre con la música, uno tiene que practicar todos los días eso es en lo que radica la clave del éxito.
P.— ¿Qué supone para alguien de 35 años dirigir la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y el Teatro de la Maestranza además de la Filarmónica de Gran Canaria?
R.— Es un reto muy importante porque yo dirijo la Sinfónica y el Teatro Maestranza, dos instituciones que artísticamente estaban separadas que quería unir. Ese es el reto y la base del proyecto porque pienso que podría aportarle algo muy positivo a la ciudad, a la orquesta y al teatro que durante doce años estuvieron separadas. Es cambiar una forma de gestionar un teatro desde un punto de vista más musical y no desde un punto de vista más escénico.
P.— ¿Qué opina sobre las críticas que ha recibido su nombramiento para uno de los cargos con mayor responsabilidad en todo el panorama musical español?
R.— Ha habido críticas de todo tipo, hay muchísima gente que me ha apoyado y que está detrás de mí.
P.— ¿Le ha dado usted un giro radical a la trayectoria de la Sinfónica y Maestranza?
R.— Un giro radical no, lo que he intentado es gestionar mejor las dos instituciones y reorientar la dirección tanto del teatro como de la orquesta. De lo que se trata es de que se perciba que Sevilla pueda ser una ópera muy importante porque tiene una orquesta magnífica que toca en el foso, esa es la suerte que tiene Sevilla, su edificio tiene una acústica fantástica y sistemas técnicos muy buenos aunque todavía no he podido desplegar todas las funciones que tengo a mi cargo porque estamos en un periodo de obras, es un milagro y una labor de gestión muy compleja que solamente se ha podido realizar gracias a que soy director artístico del teatro y las dos instituciones están unidas.
P.— ¿Es la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla una formación conflictiva como se ha dicho?
R.— No, yo tengo una excelente relación con los músicos. La orquesta pasó por una etapa digamos difícil y ese también fue el reto que se me planteó. Han cambiado mucho las cosas, se han grabado discos, hemos conseguido una estabilidad laboral.
P.— Háblenos de sus proyectos más inmediatos para la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.
R.— Primero terminar las obras del teatro porque es lo que está impidiendo el crecimiento artístico y cuando esté terminado supondrá la explosión artística del complejo Teatro de la Maestranza y la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. También estoy impulsando que podamos competir no solamente con el Real de Madrid o el Liceo de Barcelona sino que se convierta en un foco de cultura del sur de Europa. La segunda palabra más conocida fuera de nuestras fronteras sobre nuestro país es Sevilla, eso tiene un gran potencial y yo pretendo impulsarlo. Sevilla como foco de convivencia entre diferentes culturas y al mismo tiempo de lugar de encuentro entre Europa y América.
P.— ¿Qué momento cree que atraviesa el panorama musical actual?
R.— Creo que estamos viviendo un buen momento, donde la explosión de los años 90 es ya un proyecto consolidado y ahora de lo que se trata es de saber llenar de espectáculos los nuevos recintos y crear nuevos públicos que acudan a esos lugares. Tenemos que convertir a la gente que está acostumbrada a pasar en casa su tiempo de ocio a que acuda a la ópera, esa gente enseñará a sus hijos a ir habitualmente a conciertos y así podremos asegurar la consolidación y el crecimiento de la cultura en España.
P.— ¿Cree que la música clásica debería modernizarse?
R.— Creo que la música clásica debería ser más accesible al gran público sin cambiar su esencia, se debería desmitificar y transmitir que es accesible a todo el mundo, yo creo que ha tenido un problema de comunicación, la ópera no lo ha tenido tanto. Si debería modernizarse pero también habría que educar a la sociedad y modernizar nuestra educación para educar la educación del esfuerzo, del éxito a largo plazo.
P.— ¿Qué le da mayor satisfacción, componer o dirigir?
R.— Son satisfacciones diferentes, cuando uno sale al escenario y tiene la suerte de poder dirigir es una satisfacción casi indescriptible pero al mismo tiempo el componer tiene algo de trascendente, uno nunca sabe si su obra se va a interpretar pero lo que queda es siempre lo escrito, perdurará aunque no se toque
P.— ¿Está siendo su apellido un handicap a la hora de desarrollar su carrera?
R.— El llevar un apellido siempre tiene muchas cosas positivas y algunas negativas, pero ocurre con todo.
P.— ¿Su padre es consejero o crítico?
R.— Me aconseja, me critica y me felicita, después cada uno hace lo que cree que debe hacer.
P.— ¿Está trabajando en alguna composición actualmente?
R.— Tengo en mente varias cosas, tengo la ilusión de escribir una ópera pero lleva mucho trabajo y tengo relativamente poco tiempo, también pequeñas obras, digamos que la composición no es una parte fundamental pero si accesoria e intento siempre buscar nuevas ideas y nuevas formas de escribir y acercarme a la música.
RESPUESTA.— Yo creo que no hay un momento definido, lo que hay es una percepción continuada por el conocimiento de la música que me da el haber nacido en esta familia. No me acuerdo cuándo fue el primer momento que escuché música como tampoco uno puede recordar la primera vez que bebió agua, son cosas naturales.
P.— ¿Qué cualidades cree que necesita un músico para ser director?
R.— Hace falta ser músico, tocar un instrumento o varios que es mejor, tocar uno de cuerda por lo menos, tocar el piano. Tener una necesidad de dirigir una orquesta es algo que uno siente dentro de si mismo porque hay instrumentistas que son magníficos pero no sienten esa necesidad, también tienes que tener ciertas dotes de psicología de grupo porque al fin y al cabo una orquesta no es una máquina, son personas y hay que intentar sacar lo más positivo de cada uno.
P.— ¿Ha sido duro llegar hasta donde ha llegado?
R.— Fácil no ha sido, ha sido un trabajo sobre todo constante, la clave quizá es la constancia, si uno se mata a correr un día durante diez horas lo que puede conseguir es tener agujetas mientras que para estar en forma hay que hacer deporte a diario. Lo mismo ocurre con la música, uno tiene que practicar todos los días eso es en lo que radica la clave del éxito.
P.— ¿Qué supone para alguien de 35 años dirigir la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y el Teatro de la Maestranza además de la Filarmónica de Gran Canaria?
R.— Es un reto muy importante porque yo dirijo la Sinfónica y el Teatro Maestranza, dos instituciones que artísticamente estaban separadas que quería unir. Ese es el reto y la base del proyecto porque pienso que podría aportarle algo muy positivo a la ciudad, a la orquesta y al teatro que durante doce años estuvieron separadas. Es cambiar una forma de gestionar un teatro desde un punto de vista más musical y no desde un punto de vista más escénico.
P.— ¿Qué opina sobre las críticas que ha recibido su nombramiento para uno de los cargos con mayor responsabilidad en todo el panorama musical español?
R.— Ha habido críticas de todo tipo, hay muchísima gente que me ha apoyado y que está detrás de mí.
P.— ¿Le ha dado usted un giro radical a la trayectoria de la Sinfónica y Maestranza?
R.— Un giro radical no, lo que he intentado es gestionar mejor las dos instituciones y reorientar la dirección tanto del teatro como de la orquesta. De lo que se trata es de que se perciba que Sevilla pueda ser una ópera muy importante porque tiene una orquesta magnífica que toca en el foso, esa es la suerte que tiene Sevilla, su edificio tiene una acústica fantástica y sistemas técnicos muy buenos aunque todavía no he podido desplegar todas las funciones que tengo a mi cargo porque estamos en un periodo de obras, es un milagro y una labor de gestión muy compleja que solamente se ha podido realizar gracias a que soy director artístico del teatro y las dos instituciones están unidas.
P.— ¿Es la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla una formación conflictiva como se ha dicho?
R.— No, yo tengo una excelente relación con los músicos. La orquesta pasó por una etapa digamos difícil y ese también fue el reto que se me planteó. Han cambiado mucho las cosas, se han grabado discos, hemos conseguido una estabilidad laboral.
P.— Háblenos de sus proyectos más inmediatos para la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.
R.— Primero terminar las obras del teatro porque es lo que está impidiendo el crecimiento artístico y cuando esté terminado supondrá la explosión artística del complejo Teatro de la Maestranza y la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. También estoy impulsando que podamos competir no solamente con el Real de Madrid o el Liceo de Barcelona sino que se convierta en un foco de cultura del sur de Europa. La segunda palabra más conocida fuera de nuestras fronteras sobre nuestro país es Sevilla, eso tiene un gran potencial y yo pretendo impulsarlo. Sevilla como foco de convivencia entre diferentes culturas y al mismo tiempo de lugar de encuentro entre Europa y América.
P.— ¿Qué momento cree que atraviesa el panorama musical actual?
R.— Creo que estamos viviendo un buen momento, donde la explosión de los años 90 es ya un proyecto consolidado y ahora de lo que se trata es de saber llenar de espectáculos los nuevos recintos y crear nuevos públicos que acudan a esos lugares. Tenemos que convertir a la gente que está acostumbrada a pasar en casa su tiempo de ocio a que acuda a la ópera, esa gente enseñará a sus hijos a ir habitualmente a conciertos y así podremos asegurar la consolidación y el crecimiento de la cultura en España.
P.— ¿Cree que la música clásica debería modernizarse?
R.— Creo que la música clásica debería ser más accesible al gran público sin cambiar su esencia, se debería desmitificar y transmitir que es accesible a todo el mundo, yo creo que ha tenido un problema de comunicación, la ópera no lo ha tenido tanto. Si debería modernizarse pero también habría que educar a la sociedad y modernizar nuestra educación para educar la educación del esfuerzo, del éxito a largo plazo.
P.— ¿Qué le da mayor satisfacción, componer o dirigir?
R.— Son satisfacciones diferentes, cuando uno sale al escenario y tiene la suerte de poder dirigir es una satisfacción casi indescriptible pero al mismo tiempo el componer tiene algo de trascendente, uno nunca sabe si su obra se va a interpretar pero lo que queda es siempre lo escrito, perdurará aunque no se toque
P.— ¿Está siendo su apellido un handicap a la hora de desarrollar su carrera?
R.— El llevar un apellido siempre tiene muchas cosas positivas y algunas negativas, pero ocurre con todo.
P.— ¿Su padre es consejero o crítico?
R.— Me aconseja, me critica y me felicita, después cada uno hace lo que cree que debe hacer.
P.— ¿Está trabajando en alguna composición actualmente?
R.— Tengo en mente varias cosas, tengo la ilusión de escribir una ópera pero lleva mucho trabajo y tengo relativamente poco tiempo, también pequeñas obras, digamos que la composición no es una parte fundamental pero si accesoria e intento siempre buscar nuevas ideas y nuevas formas de escribir y acercarme a la música.
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